Tsukahara Bokuden decidió poner a prueba las capacidades de sus hijos, Primero llamó a su habitación a su hijo mayor, Hikoshiro. Cuando este abrió la puerta empujándola suavemente, notó que parecía más pesada de lo normal y, tanteando con la mano a lo largo del borde superior de la puerta, encontró y retiró un pesado reposacabezas de madera que había sido colocó allí; tras entrar en la habitación, lo volvió a poner cuidadosamente donde estaba.
Bokuden llamó entonces a su segundo hijo, Hikogoro. Cuando el desprevenido Hikogoro abrió la puerta empujándola, el reposacabezas cayó, pero lo atrapó con rapidez y lo volvió a colocar en el lugar que se encontraba.
Luego Bokuden llamó a su tercer hijo, Hikoroku. Cuando Hikoroku, que superaba con mucho a sus dos hermanos mayores en capacidad técnica, abrió la puerta empujándola con energía, el reposacabezas cayó y le golpeó en el chonmage (moño tradicional). Con una acción refleja, Hikoroku sacó la espada corta que llevaba en el cinto y cortó en dos el reposacabezas antes de que cayera al tatami que cubría el suelo.
Bokuden dijo a sus hijos: Hikoshiro, has de ser tú quien transmita nuestro estilo de espada. Hikogoro, si haces un gran esfuerzo y no abandonas, es posible que algún día llegues al nivel de tu hermano. Hikoroku, en el futuro seguramente provocarás la ruina de esta casa y deshonrarás el nombre de tu padre. Es inadmisible, que alguien tan imprudente como tú sigas en esta casa. Y con esto repudió a Hikoroku.
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