“Seguir entrenando”,
es el camino del guerrero. El entrenamiento marcial debe practicarse durante
toda la vida, con todo el corazón.
Hay diferentes etapas, para toda una vida
de entrenamiento, fase inicial (Shoden), intermedia (Chudan) …
Pensar que se llega a
la perfección con el paso del tiempo sin un riguroso entrenamiento, con una
practica profunda, es un error. Muchos piensan que esta es la etapa final.
Hatsumi sensei indica que el primer paso
en la Vía del Guerrero comienza con el GoDan.
Después de haber aprendido los
fundamentos de un Ryu (escuela) y conocer todo el sistema de transmisión, no
constituye un verdadero entrenamiento, a menos que se siga puliéndolo, no
solamente a nuestro arte sino a nosotros mismos. Corrigiendo nuestros puntos
débiles y nuestros defectos, perfeccionando más intensamente lo aprendido,
cambiando las situaciones de ataque, diferentes tipos de agarre, ángulos,
corregir la postura corporal. Este es una punto esencial corregirse a si mismo
y seguir el camino correcto.
No quedándonos atrapados en los aspectos
técnicos a expensas de la faceta espiritual. Espíritu por encima de la técnica,
ese es el camino a seguir.
Este entrenamiento continuo nos permitirá
un desarrollo de mente, cuero y espíritu; aplicándolo a todas las facetas de
nuestras vidas.
Es un camino duro, en el que la pereza
impide el avance, pero si se sigue avanzando en las etapas se llega a ver que
no tiene fin, estamos dirigiéndonos al camino superior.
El verdadero entrenamiento es un camino
sin fin, en el que hay que esforzarse y no desfallecer. Donde el respeto,
cortesía, humildad, perseverancia, sinceridad, allanaran el camino. No
corrompiendo el corazón, con rectitud y la pureza del arte.
Trabajando duro día tras día, durante
toda la vida, llegando a dominar el “yo” y las artes marciales (Budo).
Por so sigo entrenando la Vía del
Guerrero, para conocer la esencia interna (Gokui).
El Soke M. Hatsumi y Kacen Zoughari. |
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